miércoles, 10 de julio de 2024

Princesas sin tanto cuento de Jess Dharma



¿Te acuerdas de los cuentos de princesas que leías de pequeña? Pues si esos te gustaban este no es tu libro. Mi nombre es Blancanieves, una pequeña broma de mis padres narcotraficantes, aunque prefiero White. Soy la hija del presidente de The King's MC y a mi padre le llaman The King, lo que a mí me convierte en la Princess de la banda. Mi progenitor me ha entrenado para ser letal desde pequeña y así estar preparada para ocupar su lugar cuando él no esté.Pero un día aparece con una bruja vestida de leopardo que pretende usurpar el lugar de mi madre muerta, poner la vida de mi padre patas arriba y, de paso, la mía. Algo que me jode de muchas maneras diferentes. Tendré que huir de casa y pedir ayuda a otra banda, los Seven Dwarfs. Donde no solo encontraré ayuda y asilo, sino también un presidente que hace que tiemble mi corona.

ATENCIÓN: La siguiente novela puede contener escenas o vocabulario que puede dañar la sensibilidad de algunas personas. Me llamo Alice y soy la princesa de mi imperio de narcotráfico. Mis cosas favoritas en el mundo son mis cuchillos y las setas alucinógenas. Las malas lenguas dirán que cuando las consumo alucino porque veo al Conejo Blanco. Pero lo que nadie sabe es que ese es el apodo de mi padrastro, del que hui a los 16. De eso hace ya diez años y me ha encontrado. Tiene una obsesión enfermiza conmigo. ¿Podré escapar viva del Conejo Blanco, el mayor narcotraficante y asesino de todo Pircasen? Lo intentaré, aunque pierda la poca cordura que me queda. Aunque puede que sea lo último que haga. En esta locura de viaje me acompañan dos hombres: Marcus, mi guardaespaldas, un hombre frío como el acero pero que haría cualquier cosa por protegerme y Tímido, un hombre de dos por dos que se sonroja cada vez que me insinúo. Los dos me atraen de una manera irracional, si tuviera que elegir a uno no sabría con cuál quedarme. Aunque, ¿quién dijo que en temas del corazón se tiene que elegir?

Red se crio feliz siendo policía como su padre, hasta que un día descubre que es adoptada y que además tiene una gemela. Aunque no es una gemela cualquiera, su hermana es White, la jefa de un club de moteros que son calientes y delincuentes a partes iguales. Red se unirá a su hermana en busca de la verdad de su origen, mientras Tyler, el motero que más odia a la Policía y que es el soltero de oro del club, trata de no sentirse atraído por esa mujer que se parece tanto a su jefa, pero con una diferencia: el color de su pelo es rojo como el fuego, el mismo que siente en sus pantalones cada vez que la ve. ¿Pueden dos mundos tan diferentes lograr encontrarse en un punto medio? ¿Merece la pena el esfuerzo? Léelo en la tercera novela de Princesas sin tanto cuento.

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