Sara Martín, protagonista de Un cerezo en Nueva York, presenta a Alba
Biznaga, su autora.
—¡Hola a tod@s! Hoy estoy junto a
la loca de mi creadora para hablaros de la novela donde nací. ¿Qué tal estás,
Alba?
—Hola, Sara, bueno, pues aparte de
un poco loca, bastante contenta de que seas tú quien me haga la entrevista, ya
sabes que te tengo mucho cariño.
—¿De verdad? Cualquiera lo diría,
porque vamos, me has hecho pasarlas canutas.
—Jo, ya lo sé, cariño, pero a
veces la vida no es de color de rosa. Tú mejor que nadie lo sabes. ¿Me
perdonas?
—No sé, hay una escena en
particular en la que te pasaste tres pueblos conmigo; pero al final me quede
con Devon, así que bueno, no ha sido tan traumático.
—Uh, qué alivio, pensaba que aún me guardabas rencor. Por cierto,
dale a Devon recuerdos de mi parte, ya sabes que lo adoro.
—Sí, sí, me ha quedado bastante
claro, no hay más que leer la pasión con las que has escrito sus escenas…
Tranquila, yo se los daré.
—Uy, uy, uy, ¿seguro qué me has
perdonado?
—Pues claro, tonta, tú sabes mejor
que nadie que soy una mujer positiva y cero rencorosa. Además, Devon me hace
unas cosas en la cama… después te cuento por privado.
—Vale, después me cuentas, jeje.
—Sí, será mejor que nos centremos en la novela, ya sabes que
cuando nos ponemos a hablar de Devon no paramos. Bueno, tengo un par de
preguntillas que quiero hacerte.
—Me parece perfecto, venga dispara.
—¿Por qué me elegiste?
—Principalmente por tu
personalidad. A pesar de que eres psicóloga, tenías muchas inseguridades por
culpa de tu divorcio. También eres escritora y eso era esencial para que
ganaras el concurso literario que cambió tu vida para siempre. Pero ante todo,
te elegí por tu valentía a la hora de hacerle
frente a los obstáculos que se te cruzaron en el camino.
—Vaaaya, qué palabras más bonitas,
aunque no te creas que ha sido fácil superar esos obstáculos, ajam, ajam… Total,
pasemos a la siguiente pregunta. Verás, un pajarito me ha dicho que tu novela
tiene un giro brusco que unas lectoras aman y otras como yo, odian. ¿Por qué lo
escribiste? Mejor dicho, ¿por qué me hiciste
eso?
—Sara, ya lo hemos hablado un
montón de veces, pero te repito que ese
giro era necesario; a veces estamos en el momento equivocado, en el lugar equivocado.
Además, quería escribir algo diferente y arriesgar. Lo siento, pero la culpa ha
sido tuya por haberte liado con Devon.
—¡Ya claro! ¿Y qué querías que
hiciera? Me pones a un tío buenorro en bandeja, que me mima, me hace reír, sabe
cocinar y, para más inri, cuando me toca, mi cuerpo arde por completo. Mira
seré psicóloga, pero no gilipollas. Uh, este tema me supera, será mejor que lo dejemos,
o al final te daré una colleja.
—Joder, no recuerdo haberte
descrito con ese carácter, si que has cambiado en estos meses.
—Sí, querida, no sabes cuánto... A
ver qué tal vamos de tiempo… Vale, creo
que puedo hacerte otra pregunta. Y dime, Alba, ¿de qué va la novela?
—Pues va de ti y de Devon. Va de
vuestra relación. Va de un amor que, aunque al principio se forjó en el sexo,
al final os arrastró hasta la locura y a
no poder vivir el uno sin el otro. Aunque no solo va de vosotros, sino que
también va de amistad y de superación personal. En realidad es un cóctel donde
combinan muchos sentimientos.
—Ay, sí, un cóctel que yo me bebí
enterito, ¡qué me vas a contar! En fin, Alba, ha sido un placer tenerte hoy del
otro lado. Solo espero que no vuelvas a jugar con mis sentimientos y, por
favor, por lo que más quieras, no se te ocurra escribir una bilogía de esas que
tanto están de moda, por ahora soy muy feliz con Devon y no quiero sorpresas.
—Tranquila, Sara, te mereces esa
felicidad, y yo soy la primera que no quiero perturbarla por nada del mundo. El
placer ha sido mío, créeme. Ojalá que ambos seáis muy felices para siempre… Ah, antes de que se me olvide, te deseo mucha
suerte con Un naranjo en Sevilla, tu
próxima novela.
—Muchas gracias, la
necesitaré… Pues lo dicho, ahí tenéis la
sinopsis. Si al final os animáis a leerme, ya sabéis que no todo han sido
risas, sino que esta cabrona también me lo ha hecho pasar muy, pero que muy
mal. Eso sí, solo por conocer a Devon y a mi amiga Ana, ya merece la pena leer
nuestras aventuras. No sé si os lo he dicho antes, pero os quiero muchísimo:
sin vosotr@s no reviviría mi historia de amor una y otra vez. Gracias por estar ahí J
Sara Martín ya no cree en el amor. En el
último año, su vida se ha vuelto un caos: su padre acaba de morir, su exmarido
le ha puesto los cuernos y, para rematar, sus finanzas están más secas que la
mojama. Hasta que, de repente, todo da un giro radical cuando se entera de que
ha ganado el prestigioso premio Neptuno de novela romántica. Además, la
editorial le anuncia que, en vista del éxito de ventas alcanzado,
una productora quiere hacer una película con su libro.
Rodeada de cámaras y flashes, Sara
no podía sospechar que se vería envuelta en una espiral llena de emociones de
la mano del arrogante actor Devon Stelin, el hombre que intentará poner su
corazón patas arriba y que se convertirá en el único protagonista de su
corazón. Con Devon, nada es como parece ser, y Sara tendrá que enfrentarse a
cada uno de sus miedos.
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