El mejor regalo no tiene que ser algo material, y de eso saben mucho los protagonistas de esta historia...
Paula ve llegar la época más mágica del año en las peores circunstancias que podría haber imaginado jamás. Pero, tal vez por ese motivo, acabará viajando junto a su pequeña Elena a un lugar tan idílico como encantador.
Y será allí donde el polvo de hadas hará su magia, provocando que ambas se crucen con Eric y Mía.
Las fiestas para Eric tampoco iban a ser las mejores de su vida, aunque por su hija está más que dispuesto a hacer que sean tan mágicas como inolvidables.
Dos corazones sin consuelo que verán cómo las hadas conseguirán que esas sean las más blancas y mágicas Navidades que jamás hayan vivido.
Emociónate con una historia de esas de cuento donde el amor se siente en cada página.
Te aseguro toneladas de diversión, amplias sonrisas y alguna que otra lágrima, pero, sobre todo, que vivirás unas Navidades de ensueño donde el mejor regalo es ese que no se puede tocar, pero sí sentir.
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