Me llama la atención. Me lo apunto.
Fede nunca ha sido muy popular: siempre se ha mantenido en un segundo plano y ha pasado los cursos sin pena ni gloria. Marina, por el contrario, es el alma de la fiesta: divertida, extrovertida, buena estudiante y querida por toda la facultad. Fede incluido.
Cuando les toca realizar juntos un trabajo por parejas, Fede siente que se le viene el mundo encima: ¿cómo va a conseguir buena nota si es incapaz de hablar con ella sin morirse de la vergüenza? ¿Cómo van a hacerlo si una pandemia obliga a todo el país a guardar un confinamiento domiciliario obligatorio y las clases pasan a ser telemáticas? No le queda más remedio que adaptarse, tragarse los nervios y echarle valor, pero... no tiene muy claro que vaya a salir bien.
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