Reseña de "El ladrón de estrellas" de Begoña Ibarrola

Reseña de "El ladrón de estrellas" de Begoña Ibarrola

Sinopsis

Jaime tenía una gran amiga que se llamaba Claudia a la que intentaba demostrar cuánto la quería, pero ella le pidió una señal que demostrara su amor y a Jaime no se le ocurrió mejor idea que prometerle la luna. No sabía los problemas a los que se tendría que enfrentar para conseguirla.

En este cuento hablamos del amor, emoción positiva experimentada por una persona hacía alguien o algo, que despierta el interés, la armonía y el gozo.

Es bueno sentir amor pero hay diferentes formas de demostrarlo, no siempre a través de regalos. Si queremos que los niños lo descubran podemos ayudarnos de este cuento que, además le enseñará a valorar las consecuencias de sus decisiones.

Biografía de la autora

Begoña Ibarrola (Bilbao, 1954) siempre ha estado cuidando de los más pequeños. Primero como terapeuta infantil durante quince años, tras su licenciaturta en psicología (UCM,1977), más tarde escribiendo para ellos un extenso catálogo de cuentos en los que les muestra el camino de las emociones como recurso para la vida.

Además de sus cualidades como escritora, Begoña es una consagrada divulgadora y docente en temas como la educación emocional, la neuroeducación, las inteligencias múltiples o la musicoterapia, profesión esta última en la que fue pionera en España.

Opinión personal

Es un cuento cuya edad de lectura es de 3 a 9 años, según indica. Yo personalmente no veo la edad adecuada porque los niños de 3 años no están pensado en casarse con una amiga o es que yo ando muy desfasada en eso. Quizás le habría dado otro enfoque diferente a pensar en una boda. 

Es un cuento que muestra que el amor no es algo que se pueda comprar, con un enfoque muy visual gracias a las ilustraciones. Me recuerda un poco al libro de Stardust de Neil Gaiman, pero adaptado al público infantil. 

Igual que no me ha gustado el tema de querer casarse también he sentido que el mensaje final no era el adecuado. Me refiero al tema de que con un beso, una palabra bonita o un gesto de ese estilo sea suficiente para demostrar nuestro amor por alguien. Muchas veces recibimos besos y abrazos de personas que no nos quieren y nos dicen palabras bonitas con fines poco amables. 

Personalmente no lo regalaría para niños.