Empezamos en breve el mes de Agosto en el #YoSoyUnaMusaDeJuaniHernandez con un reto propuesto por Susana Pacheco. Este mes va a ser el mes del amor y las lecturas tienen que contener la palabra amor, romance o idilio en el título.
Aparte de las novelas que cumplan los requisitos, también se va a poder leer la saga extrarradio de la autora Juani Hernández:
Ángel Escudero «Jano» es el líder de Extrarradio, la banda de rock que despunta en el panorama musical. Tiene fama, éxito, dinero, mujeres… y, a pesar de eso, sabe que jamás podrá ser feliz.
Sofía lo había querido toda su vida, pero nunca supo por qué se fue trece años atrás, sin despedirse, sin dejarle ninguna pista de dónde encontrarlo. Y entonces se convirtió en Jano, en alguien inalcanzable para ella, a quien ya no podría acercarse, ni tampoco olvidar…
Ahora, el destino, y la casa discográfica, obligan a Ángel a volver a sus raíces, teniendo que enfrentarse a todos esos fantasmas, de los que había estado huyendo, y a ella.
¿Puede un amor de juventud ser lo suficientemente fuerte como para vencer los obstáculos de la vida? Ángel no lo creía así y, sin embargo, ¿durante cuánto tiempo podrá resistirse a ese amor tan profundo que siente por Sofía?
La historia de Vanessa y Darío no tuvo muy buen comienzo que digamos. Acostumbrado a tener a cualquier mujer que se le antojara, el batería de Extrarradio vino a darse cuenta tarde de que la amiga de Sofía no era una fan más. Y aunque en un principio ella se dejó deslumbrar por el «ídolo», no dudó en hacer prevalecer sus propios deseos y poner a aquel hombre de cuerpo de infarto en su sitio.
Vanessa es madre soltera, por lo que hace mucho tiempo que dejó de creer en el Príncipe Azul; desde luego, no está sentado tras una batería ni aparece en las revistas del corazón, cada semana con una mujer diferente.
¿Conseguirá Darío que deje atrás sus miedos? ¿Podrá Vanessa confiar plenamente en él?
No te pierdas su historia, llena de romanticismo, pasión y… ¿traición?
Primero, Ángel y Sofía. Después, Darío y Vanessa… Todo indica que Raúl y Diana deberían ser los siguientes, ¿verdad?
No, no y no, responderían ellos con rotundidad… si no se hubieran besado.
Solo ocurrió un par de veces, y una de ellas no cuenta porque fue un accidente sin importancia… ¿o sí la tuvo? Porque ambos podrían negarlo si no hubiera sido porque, en ambas ocasiones, el universo se detuvo a su alrededor mientras se besaban.
Pero centrémonos, que hay dos bodas en vistas. Ángel y Sofía parece que se lo han tomado con calma, no así Vanessa y Darío, y verse inmersa en los preparativos de una boda, aunque sea la de su amiga, hace que Diana se sumerja en los fantasmas de un pasado que parece no querer abandonarla jamás. Y huir hacia donde está Raúl no es la mejor opción… sobre todo cuando a él lo persiguen sus propios demonios…
Raúl se empecina en negar lo evidente. No quiere tener ningún tipo de relación con Diana, y verla no hace más que ponerlo en riesgo de enamorarse de ella. ¿Por qué entonces no sale corriendo en dirección contraria? En cambio, sus pasos siempre lo llevan hasta ella… ¿Y por qué no ha dicho que no a tan descabellada proposición?
No, no y no… Lo negarán hasta la saciedad.
Sin embargo, el universo seguirá deteniéndose a su alrededor cada vez que se besen.
No, no y no, responderían ellos con rotundidad… si no se hubieran besado.
Solo ocurrió un par de veces, y una de ellas no cuenta porque fue un accidente sin importancia… ¿o sí la tuvo? Porque ambos podrían negarlo si no hubiera sido porque, en ambas ocasiones, el universo se detuvo a su alrededor mientras se besaban.
Pero centrémonos, que hay dos bodas en vistas. Ángel y Sofía parece que se lo han tomado con calma, no así Vanessa y Darío, y verse inmersa en los preparativos de una boda, aunque sea la de su amiga, hace que Diana se sumerja en los fantasmas de un pasado que parece no querer abandonarla jamás. Y huir hacia donde está Raúl no es la mejor opción… sobre todo cuando a él lo persiguen sus propios demonios…
Raúl se empecina en negar lo evidente. No quiere tener ningún tipo de relación con Diana, y verla no hace más que ponerlo en riesgo de enamorarse de ella. ¿Por qué entonces no sale corriendo en dirección contraria? En cambio, sus pasos siempre lo llevan hasta ella… ¿Y por qué no ha dicho que no a tan descabellada proposición?
No, no y no… Lo negarán hasta la saciedad.
Sin embargo, el universo seguirá deteniéndose a su alrededor cada vez que se besen.
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