Es la primera novela de autora y me llama mucho la atención. La anoto en mi lista de lecturas para cuando pueda hacerme con ella.
Laura Zaldívar, es una importante neuróloga de prestigio internacional, que ha logrado reconocimiento por su constancia y trabajo duro, y por ser, además, la segunda a cargo del departamento de neurocirugía en unos de los hospitales más prestigioso de Miami Beach y del país. A pesar de contar con la posibilidad de tener una vida socialmente activa, no es así. Ella solo ha dejado vivir a la profesional y a la madre. Y es que nadie podría imaginar que detrás de su belleza y porte distinguido, se levanta una pared donde esconde un doloroso pasado que le ha imposibilitado amar de nuevo. Pero la vida, que a veces se encapricha en llevarnos al límite de las fuerzas, la volvió a poner frente a frente con este, para probarla como médico y ser humano y, como si fuera poco, como mujer. Un inmenso ventanal en su oficina, noches de luna, una simple escalera de piedras y un jardín confidente, son los únicos testigos de la lucha interna que libra ella, entre seguir pidiéndole piedad a la vida por un pasado lleno de engaño y una verdad que ha hecho estragos en su alma, o aferrarse a un presente que se le ofrece a través de unos ojos intensos, que llegan con las manos llenas de deseos nuevos, de caricias atrevidas, fantasías desinhibidas, y unos bolsillos preñados de sueños para compartir con ella. ¿Será Laura capaz de discernir que es lo mejor para su vida en el ámbito personal como lo hace en el profesional? ¿ Podrá cruzar esa línea que la mantiene prisionera para liberar su espíritu y poder vivir el amor intensamente?
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