Cuando esta autora sacó este libro pensé que se trataba de una historia de dos chicos, no sé por qué. Después me sacó de mi error al saber que Patrice era una chica. Cosas que me pasan a mí. Y ha pasado el tiempo y aún lo tengo en pendientes.
*Patrice Davis nunca se hubiera imaginado viéndose regresar a casa después de diez años. Hacía una década que había salido huyendo de ese pequeño y árido pueblo dejándolo todo atrás.
¿Y lo mejor? Que ni con GPS es capaz de llegar, se pierde a escasos kilómetros, como si el destino le dijese que saliera corriendo de allí. Y justo cuando está a punto de tirar la toalla se topa con Wyatt, un cowboy que no la dejará indiferente.
No solo ha comprado las tierras de su familia, además, es el dueño del rancho más grande e importante de la zona y tiene un terrible síndrome de príncipe azul. Busca ayudarla en todo lo posible, algo muy extraño para ella, ya que jamás ha recibido ayuda alguna.
Wyatt no puede evitar que la llegada de Patrice cambie su vida. No solo por ser hija de Piper Davis, la mujer más odiada del pueblo, sino por su forma de ser. Es un soplo de aire fresco y toda una tentación.
¿Qué secretos esconde bajo esa coraza que se ha construido alrededor? ¿Por qué huyó de allí? ¿Qué fue lo que ocurrió en Afton para dejarla tan marcada?
Lighling Tucker estrena género con una novela cargada de sentimientos que no te dejará indiferente.
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