Una pequeña librería, una tarea gigantesca, un libro misterioso.
Para la gente sin imaginación, una librería es un lugar donde se venden libros, y un librero, tan solo la persona encargada de venderlos.
Eso es lo que piensa Valerie, una ambiciosa estudiante de económicas, cuando entra en la librería un tanto anticuada de su tía, que ha desaparecido dejando solamente una nota en la que nombra a la joven responsable de su negocio.
Valerie se propone ordenar el caos reinante lo más rápidamente posible y liquidar las existencias. Sin embargo, está claro que ha subestimado el poder de los libros y la magia de la pequeña librería y de su samovar.
Tras pasar una tarde de lluvia atrapada entre las páginas de El castillo de Kafka, empieza a darse cuenta no solo del poder de los libros para expandir la mente y reconfortar el alma, sino también de que su tía era una librera extraordinaria que sabía encontrar al lector perfecto para cada libro y localizar cada título en el aparente desorden de su tienda.
¿Puede una pequeña librería de Londres cambiar una vida?
Una historia para todos aquellos que han sentido alguna vez que la literatura les salvaba.
Agnes Martí es una joven arqueóloga que se muda a Londres en busca de una oportunidad. Poco tiempo después de llegar a la ciudad, sorprendida por una repentina lluvia mientras pasea por el barrio del Temple y se refugia en una librería muy especial: Moonlight Books. Edward Livingstone está buscando una ayudante y, en el tiempo que Agnes tarda en secarse y tomar una taza de té caliente, ambos comprenden que no es casualidad que sea precisamente ella quien ha llamado a su puerta.
A medida que pasan los días, Agnes va descubriendo el carácter gruñón de su nuevo jefe, las excentricidades de su clientela habitual y el encanto de esta pequeña librería. Hasta que un día, uno de los libros más preciados de las estanterías de Moonlight Books desaparece y el inspector de policía John Lockwood entra en escena para hacerse cargo de la investigación y revolucionar la tranquila vida de Agnes.
La inspiradora historia de una librera y su librería que se ha convertido en un fenómeno editorial
Huyendo de la agitación de la ciudad, Alba Donati decidió cambiar el rumbo de su vida y regresar a su Lucignana natal, un pueblo de ciento ochenta habitantesen la campiña toscana. Tras lanzar una campaña de crowdfunding y pedir una donación de libros a las editoriales de Italia, en 2019 abrió las puertas de la librería Sopra la Penna. Su día a día transcurre entre recomendaciones de lecturas, pedidos e ideas para hacer de esa cabaña cerca del bosque un lugar único donde, además de las novedades literarias que Alba elige con mimo, el visitante se sumerge en un universo lleno de sorpresas: una estantería pirata para libros olvidados, calcetines con citas de Orgullo y prejuicio, calendariosde Emily Dickinson, o meriendas con un té que lleva el nombre de Charlotte Brontë y una mermelada que sabe a Alicia en el país de las maravillas. Y a su alrededor gravita otro universo: el de los clientes, amigos, ayudantes, vecinos y familiares para los que la librería en la colina, con su hermosa ventana al valle, se ha convertido en una enorme ventana al mundo.
Tatako, con veinticinco años y una vida bastante descolorida, no suele frecuentar ese barrio. Sin embargo, es allí donde se encuentra con la librería Morisaki, que ha pertenecido a su familia durante tres generaciones. Una tienda de apenas ocho tatamis en un antiguo edificio de madera, con una habitación en la planta superior que se utiliza como almacén. Es el reino de Satoru, el excéntrico tío de Tatako, que, entusiasta y un poco trastornado, dedica su vida a los libros.
Pero Tatako es el polo opuesto de su tío; no ha salido de casa desde que el hombre del que estaba enamorada le dijo que quería casarse con otra. Es Satoru quien le lanza un salvavidas y le ofrece mudarse al primer piso de la librería. Ella, que no es una gran lectora, se encuentra viviendo en medio de torres de libros que se desmoronan y de clientes que no dejan de hacerle preguntas y de citar a escritores desconocidos.
Shakespeare and Company es mucho más que una librería. Hemingway y muchos de los escritores de la Generación Perdida la consideran su segunda casa. Allí también se forjan algunas de las amistades literarias más importantes del siglo XX, como la de James Joyce con la misma Sylvia. Cuando la controvertida novela de Joyce, Ulysses, es prohibida, Beach decide publicarla bajo la protección de Shakespeare and Company.
Pero el éxito y la fama que conllevan publicar la novela más controvertida e influyente del siglo tiene unos costes muy altos: la rivalidad de otros editores que quieren a Joyce para ellos. Sus relaciones más queridas son puestas a prueba mientras París cae en la Gran Depresión. Ante una gran crisis personal y financiera, Sylvia debe decidir qué significa para ella Shakespeare and Company.
Con La librera de París Kerri Maher ha logrado construir un fresco inigualable de una librería, una ciudad y una época esenciales para entender de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Florence decide abrir una pequeña librería, que será la primera del pueblo. Adquiere así un edificio que lleva años abandonado, comido por la humedad y que incluso tiene su propio y caprichoso poltergeist.
Pero pronto se topará con la resistencia muda de las fuerzas vivas del pueblo que, de un modo cortés pero implacable, empezarán a acorralarla.
Florence se verá obligada entonces a contratar como ayudante a una niña de diez años, de hecho la única que no sueña con sabotear su negocio.
Cuando alguien le sugiere que ponga a la venta la polémica edición de Olympia Press de Lolita, de Nabokov, se desencadena en el pueblo un terremoto sutil pero devastador.
Jasmine, una mujer de negocios que acaba de divorciarse, es obligada por la tía Ruma a tomar las riendas de su librería infestada por los espíritus. Tan extremo desafío le llevará a confiar en sí misma y hasta volver a creer en el hechizo del amor.
Érase una vez una vieja librería en la pequeña y lluviosa isla de Shelter Island...
A ese lugar tan especial, donde los libros parecen tener vida propia, llega un día Jasmine, dispuesta a hacerse cargo del negocio mientras la propietaria, su tía Ruma, viaja a la India para curar su corazón cansado.
Sola en medio del polvo y el desorden, la joven intenta dar un toque de modernidad al local, colocando títulos nuevos y llamativos en el escaparate, pero muy pronto los clásicos de siempre imponen su presencia, y los autores vivos y muertos revolotean por las estanterías dejando oír su voz.
Así Jasmine vuelve a descubrir a Shakespeare y a Edgar Allan Poe, y no solo eso: la chica aprende a escuchar a sus clientes, a comprender lo que de verdad buscan en una novela o en un manual de cocina, y acabará encontrando al hombre con quien compartir todos los libros de su vida.
La librería de las nuevas oportunidades es a la vez una fábula romántica y un homenaje a la buena literatura porque a menudo es ahí, en las páginas amarillentas de un libro olvidado, donde están las palabras que pueden cambiar nuestra vida.
Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía
rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo.
A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero.
Los entrañables Roger y Helen Mifflin han dejado de recorrer los campos y pueblos con su librería ambulante y se han instalado en pleno Brooklyn, como siempre soñara Roger. Ambos regentan La Librería Encantada, un "parnaso en casa" al que acuden, de un lado a otro de Nueva York, todo tipo de personajes singulares, incluidos jóvenes publicistas, farmacéuticos alemanes y guapísimas herederas; por no hablar de sus amigos libreros, que se reúnen allí cada poco para disfrutar la tarta de chocolate de Helen y los discursos incendiarios, y a la vez llenos de sensatez, del pequeño gran Roger.
En Florencia existe un lugar en el que los libros son remedios para el alma
Una historia de valentía y esperanza que demuestra que la lectura es terapéutica
A veces, el tren de los sueños pasa antes de que llegues a la estación. Entonces tienes dos opciones: verlo alejarse para siempre o recorrer a pie el andén y seguir persiguiendo tus deseos.
Blu Rocchini vive en Florencia, en un piso compartido con otras tres jóvenes. Su sueño siempre ha sido trabajar en el mundo de los libros. Tras probar suerte en una editorial especializada y después en una gran cadena de librerías, toma una decisión: abrir su propia librería. Pero la vida no es fácil para una librera independiente, hasta que Blu tiene una idea: transformar los libros en «fármacos», con sus indicaciones terapéuticas y su posología, para sanar el alma de las personas. Nace así La Pequeña Farmacia Literaria, que no tarda en cosechar un enorme éxito. Blu descubrirá que a veces los sueños están mucho más cerca de lo que imaginamos.
"Hemos comprado una librería. En Viena. Escribimos un email con unas cifras, ofreciendo una cantidad que no teníamos, y al cabo de unas semanas llegó la respuesta: acaba usted de comprar una librería… Hemos pujado con un dinero que no tenemos, y por una librería que está en una ciudad donde no vivimos. Y la hemos conseguido. ¿Y ahora qué? Pues ahora tenemos que apechugar con el asunto."
Petra Hartlieb tiene ahora una gran familia, un perro y una librería. Diez años atrás, estando de vacaciones en Viena, su ciudad de origen, supo de una bonita librería de barrio que cerraba sus puertas y estaba a la venta. Lo que en principio se planteó como una especie de broma (¿por qué no la compramos nosotros?), provocó en pocas semanas un cambio radical de vida, de ciudad y de oficio. Pero no fue fácil, tuvo que luchar contra un sinfín de contratiempos; no estaba preparada para convertirse en empresaria, y tampoco lo estaba para ser al mismo tiempo librera, esposa y madre. Este libro cuenta la historia de un desafío: cómo conseguir que una librería pequeña, tradicional y de barrio se convierta en el núcleo indispensable de la vida en comunidad de una ciudad europea en el siglo XXI.
Es una estupenda historia sobre cómo conseguir aquello que amamos. Una historia llena de divertidas anécdotas y emociones sin fin, que logra, gracias a una escritura ágil, directa y muy empática, que todos seamos partícipes de las alegrías y los problemas de Petra. Es, además, una maravillosa descripción de la vida diaria de muchas librerías y en muchos países: un mundo en miniatura en el que, de algún modo, habitamos todos aquellos que amamos los libros.
Nadia Wassef siempre quiso ser librera. Junto con su hermana y su mejor amiga fundaron hace veinte años Diwan, una librería en su Cairo natal. Eran tres mujeres jóvenes, sin formación académica, sin experiencia y sin nada que perder. Por aquella época, no había aún librerías en Egipto. La cultura se hundía bajo la mala gestión de un gobierno corrupto y los libros se consideraban un lujo, no una necesidad.
La librera de El Cairo, con su ecléctico reparto de personajes entrañables, nos transporta a una ciudad que trasciende a su propia historia, y nos permite asistir a su lenta pero audaz transformación para alejarse de un sistema arcaico, misógino y corrupto. Como El edificio Yacobián, de Alaa Al Aswany, en su momento, este libro permite que sean los protagonistas y sus pequeñas historias los que construyan el alma de la capital de Egipto.
Un legajo de cartas misteriosas. Una visita a Venecia. Un viaje que nunca olvidará.
Cuando Luna pierde a su querida madre, se siente desolada: era su única familia, y sin ella Luna se siente desarraigada. Entonces, el descubrimiento fortuito de una colección de cartas entre las pertenencias de su madre la lleva a emprender un viaje inesperado.
Siguiendo una pista de las cartas, Luna hace las maletas y se dirige a Venecia, a una preciosa pero descolorida librería con vistas a los canales, con la esperanza de descubrir la verdad sobre el misterioso pasado de su madre.
¿Encontrará Luna las respuestas que busca y, por fin, el lugar al que pertenece?
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